Referencias históricas
El Santuario del Santo Cristo se construyó sobre la antigua iglesia de Almatà, primitivamente mezquita mayor de los sarracenos, que fue destruida durante los años de guerra entre moros y cristianos. Fue ofrendada por el conde Ermengol IV de Gerb, antes de que cayera Balaguer en su poder. El año 1105, cuando definitivamente fue conquistada la ciudad, fue reedificada. Fue llamada iglesia de Santa María de Almatà (en veneración a la virgen del mismo nombre) y se convirtió parroquial hasta el año 1.351 en que se convirtió en iglesia conventual de las Clarisas.

La primera restauración, comenzada el año 1.610, consistió en la demolición de las paredes, se abrió la puerta principal actual y se pasó el altar mayor del lugar donde estaba -actual puerta que da al río- al lugar donde está ahora. De la antigua iglesia de la Virgen de Almatà aún podemos ver los restos de la antigua puerta con un rosetón (hoy tapiada) en el lado que da a la zona ajardinada.

Después del 22 de marzo de 1.626, al ser trasladada la imagen del Santo Cristo al nuevo altar mayor, la iglesia dejó de ser llamada con el antiguo nombre y fue conocida como Iglesia del Santo Cristo. El 1.787 era tal la afluencia de devotos que se realizó el segundo y definitivo ensanchamiento de la iglesia en su forma actual, hecha excepción de la fachada, que no era tan suntuosa como ahora, pues tenía una sola cara con un ventanal al medio y un pequeño campanario.

El año 1912 se empezó la actual fachada, de piedra picada, obra del arquitecto barcelonés Bernat Pejoan. El año 1930 se terminó y se inició también el enlace del Santuario con la carretera de Tremp y las estaciones del Vía Crucis. El año 1951 fue construido el retablo y el altar mayor y pavimentada la nave principal. El año 1972 tuvo lugar la renovación del presbiterio.

La imagen del Santo Cristo
Dice la tradición que esta imagen fue la primera que se hizo en el mundo. El autor fue Nicodemo quien, teniendo impresa en su cabeza la imagen de Cristo en la cruz, decidió realizarla. Cuando tenía formado el cuerpo, no había manera de hacer el rostro, lo que hicieron los ángeles mientras dormía. Esta imagen permaneció muchos años en Jerusalén. En su caída fue llevada a Beirut donde fue encontrada por los moros, los que la lanzaron al río Adonis. El crucifijo bajó hasta el Mediterráneo y, surcando mares y ganando ríos, llegó a Balaguer, donde paró a la vista del convento de las hermanas clarisas díAlmatà.
La devoción de esta imagen aumentó vertiginosamente. Se decía que curaba muchas enfermedades y hacía otras maravillas. Al Santo Cristo se iba, y se, para buscar la paz espiritual, la salud corporal y en momentos de calamidades y desgracias. El Santo Cristo de Balaguer ha recibido la visita de muchas personalidades, entre las que podemos destacar los reyes de España, Felipe IV (22 de marzo de 1626) y Alfonso XIII (5 de julio de 1.924).

La imagen fue quemada durante la última Guerra Civil. La imagen actual corresponde al escultor Joaquim Ros y es una copia de la antigua imagen. Es de madera de Flandes y tiene trasplantado un pie salvado de las llamas.


SUGERENCIAS
Si dispone de tiempo puede pasear por los jardines, ir al parque forestal que hay al lado del parque arqueológico del Plan díAlmatà o visitar el Castillo Hermoso.
Junto al Santuario está el Convento de Santa Clara donde vive una comunidad de monjas clarisas. Tocando el convento hay una casa diocesana de espiritualidad ya sus bajos un restaurante abierto al público.